El fuego es uno de los elementos que más problemas han dado a la humanidad cuando no está controlado. El fuego dentro de un recinto es muy perjudicial porque destroza bienes materiales y mata vidas. El detector es un elemento de precaución y protección.

Los detectores de humos tienen unos sensores de humo y sensores de calor que hacen que salte la alarma cuando penetra el humo o la temperatura sube demasiado. Los tipos de sensores de humos son dos: los detectores ópticos o los detectores iónicos.

Los detectores ópticos a su vez pueden ser de dos tipos: los de rayos infrarrojos que detectan una fracción de luz que emite el humo y los de tipo puntual que cuando el humo entra en la cámara el haz de luz emitido se refracta en las partículas de humo y puede alcanzar al receptor, activándose la alarma.

Estos detectores sólo detectan humos visibles y fallan con zonas de polvo y es aplicable sólo en fuegos sólidos.

El detector de humo iónico emite radiación alfa que se esparce por la habitación y que crea una pequeña corriente electrónica y si entra humo en la habitación se reduce la ionización y salta el sistema de alarma.

Estos detectan gases y humos pero tiene un gran inconveniente y es que fallan con corrientes de aire y polvo pero se puede solucionar con telas filtrantes. Sirve para todo tipo de fuegos.

Estos dos sistemas son detectores de fuego y detectores de incendio muy importantes. En el mercado hay más tipos de detectores como el detector de gas o el detector de temperatura.

El detector de gas es importante tanto a la hora de detectar el monóxido de carbono que expulsa el fuego como el gas que pueda salir de una fuga de una tubería de esta. Si detecta gas rápidamente saltará la alarma.

El detector de temperatura es un sistema que detecta el calor del ambiente. Su sistema es bien sencillo: si supera la temperatura fijada del aparato, rápidamente saltará la alarma. Su inconveniente es que no se puede instalar en un lugar donde fumen, cocinen o la temperatura sea alta.

Estos detectores pueden tener unos auxiliares que cuando estos salten, el sistema expulse agua para apagar el incendio, los conocidos como aspersores.

Es importante tener seguridad en los hogares, colegios, hospitales, negocios donde pasan personas, antes de que suceda una desgracia. Más vale prevenir que curar.